martes, 9 de octubre de 2012

LA MANIFESTACION UN DEBER OBLIGADO, NO UN DERECHO


LA MANIFESTACION, UN DEBER OBLIGADO, NO UN DERECHO

La primera protesta popular de la que se tiene constancia (figura en los textos de Heródoto) tuvo lugar en el antiguo Egipto, concretamente, el año 1166 a.C., durante el reinado del faraón Ramsés III. Los trabajadores que construían el sepulcro del soberano vieron mermada su ración diaria de víveres y, cuando la situación empeoró aún más, arrojaron sus herramientas y se declararon en huelga. Los descontentos marcharon hacia el palacio real y pidieron que aumentaran sus raciones de comida. Finalmente, consiguieron que el faraón atendiese a sus reivindicaciones.

El obrero, antes fue campesino. y antes de eso semiesclavo y antes de esto último esclavo. Siempre ha habido en la historia, por muchas libertades que se hayan conseguido, una relación poderosos-sometidos, a veces quizás positiva en cuanto a que los poderosos eran lideres benévolos que entendían y protegían sus pueblos ejerciendo  un poder suave y con justicia, y otras negativas, cuando los lideres borrachos de poder esgrimían su voluntad arrogantemente e imponían su criterio sin un atisbo de humanidad y sentido, acarreando al pueblo numerosos sufrimientos. Para mi, la peor de estas relaciones entre poderosos y sometidos que parece ser insalvable, desde el mas lejano remoto hasta el más eterno futuro, es el despotismo ilustrado. O lo que es lo mismo para no entrar en detalles, una dictadura encubierta. Su tapadera la peor de todas, Hacernos ciertas concesiones para estar medianamente cómodos con grandes titulares de generosidad, justicia y derecho, con la que de alguna manera nos sosiegan para seguir encaramados en el poder ejecutando sus políticas de una manera oscurantista haciendo creer al pueblo que son positivas, cuando en realidad perjudican a esa masa de sometidos y benefician exclusivamente al pequeño grupo de poderosos. Esta es una manera muy hábil de gobernar, manteniendo al pueblo engañado y jugando todas las bazas para mantenerlo alejado de la verdad dando datos parciales de la información que baraja para que el pueblo apruebe esas perversas políticas.  

No sólo eso, con el paso de las décadas, los siglos, el tiempo, comprendieron, sobre todo a raíz de las protestas iniciadas en el s. XX   que había que hacernos creer que teníamos el poder y que somos nosotros los que elegimos, cada cuatro años, pero en realidad es un mero trámite burocrático  para no perder su lugar privilegiado. A Napoleón se le escapó en una ataque de arrogancia y ensalzamiento personal, una frase muy famosa: Divide, y vencerás. Esa fue su estrategia y sus conquistas fueron grandiosas. Y ese es el método utilizado hoy por los poderosos, camuflados de diferentes partidos políticos con propuestas antónimas y enemigos declarados, pero que en realidad obedecen a esos poderosos de hace milenios, haciendo un parapeto que al final resulta beneficio para sus élites y penurias para esa clase baja, casi completamente deshumanizada. Hoy, este despotismo ilustrado esta camuflado en la democracia bipartidista que esos poderosos están procurando aplicar en todo territorio conocido, destruyendo a su paso saberes ancestrales, culturas e imponiendo sus criterios absolutos, instaurando estas falsas democracias para que toda esa amalgama cultural desaparezca, haciendo una perversa imitación a escala global de Corea del Norte. 

En todo este proceso no sólo ha habido esas mínimas concesiones de derechos como el de manifestación y manipulaciones informativa o divulgación de datos interesados para terminar eligiendo lo que les conviene, han sumado también la educación a estas dos, una educación corrompida por la búsqueda continua del placer, el exaltamiento del yo, el individualismo, la competitividad, apegos de toda clase creando adultos obedientes que justifican todas sus medidas y dictámenes con tal de no tener problemas o como yo prefiero llamarlos, desafíos.

Ahora con todo lo que esta sucediendo están empezando a tergiversar su discurso para justificar los recortes, hablando del gasto o de déficit en lo económico, sanitario y cultural y el derecho a manifestación, y su regulación haciendo creer a la gente que es algo que ellos de alguna manera nos dan. Ellos nunca nos dieron nada. Siempre tuvimos que exigirlo pero ahora todo lo conseguido nos lo quieren quitar de un plumazo.  La manifestación no es ningún derecho, nunca lo ha sido. Este es un gran engaño de la burguesía, de los poderosos para poder controlarnos. La manifestación, la concentración, la protesta, la huelga es el mayor acto revolucionario de libertad del ser humano. Es cuando reconocemos la mentira a la que somos expuestos y decimos ¡BASTA! Es el mayor acto de autodefensa de la dignidad del ser humano. Las manifestaciones no nacieron para tener un horario establecido y un lugar elegido para que molesten lo menos posible; nacieron para crear una brecha en el sistema ordinario que tenemos, cada vez más adaptado para que solo los poderosos sean libres a costa de los sometidos, y poder realizar una influencia real en ellos para equilibrar la balanza. Como en el caso de los egipcios, que dejaron de trabajar todos, para pedir lo que consideraban legitimo, en su caso poder comer. Y vencieron.

Tenemos que quitarnos el complejo del pobre que viene de nuestra conciencia individualista implantada, donde nos vemos plenamente anónimos y sin poder hacer nada. Pero somos una especie social, ahí esta nuestra fuerza y no podemos permitirnos el olvidar esto, porque sucederá lo que esta ocurriendo. Que quieren apropiarse de nuestra vida completa, desde nuestra fuerza de trabajo hasta nuestros criterios. No podemos permitirlo, No debemos seguir dejándonos engañar. Con las políticas que están ejerciendo completamente parciales a una minoría y exclusivas de una mayoría, el salir a la calle a protestar no debe ser regulado,  sino simplemente ser un deber obligado de cada ser humano común de esa clase a la que siempre han querido tener por debajo y que de alguna forma el conformismo de esta ha dejado que así sea.  Para poder así evitar el abuso totalitario y dictatorial con las que se manejan y nos pretenden manejar, debemos empezar a comprender esto: los derechos, todos, pero sobre todo el de huelga, no deberían ser derechos. Deberían ser directamente atributos de los seres humanos, estar sano, cultivarse, trabajar, desarrollarse, protestar debe ser inherente a cada ser humano y se deben establecer los cauces para que así sea y no se conviertan en privilegios de ricos, y la base de que sean atributos de cada ser humano y no privilegios para una minoría, se encuentra en el deber obligado de manifestarse sin condiciones o regulaciones.

Jamas te dejes engañar 

No hay comentarios:

Publicar un comentario