jueves, 14 de marzo de 2013

¿de dónde vienen tus ideas?


¿Alguna vez te has parado a pensar, por qué piensas lo que piensas? Te has cuestionado de dónde viene ese ideario que posees y hasta que punto es realmente tuyo o implantado? para mi son preguntas realmente importantes, porque de su respuesta podemos ver hasta que punto estamos equivocados o no, manipulados o no sobre las ideas que propugnamos y con las cuales aun inconscientemente, dirigimos nuestra vida.
Hay una cosa realmente clara; el ser humano desde prácticamente ser concebido, esta condicionado. No es lo mismo pertenecer a un barrio obrero, que a un barrio rico por ejemplo. Y este es un hecho incuestionable que ya de por si genera cierto condicionamiento en nuestra vida y de nuestro pensamiento. Desde un sencillo punto de partida como este, empezamos a moldear nuestras ideas.
Pero el problema no es ese. El problema viene de que nadie nos enseña a cuestionar esas cosas que escuchamos, simplemente las absorbemos como si fuéramos una esponja en una bañera con agua y las hacemos nuestras, contaminado la pureza con la que entramos en este mundo dando por cierto todo lo que oímos de nuestros mayores y nuestro entorno, mientras crecemos poco a poco. Además muchas de esas ideas y concepciones del mundo son además, herencia recibida de nuestros mayores por los suyos de una manera similar. Todo ello aderezado con las diferencias que las modas juveniles y la tecnología disfrazan a las generaciones. Con esto que digo no pretendo poner en tela de juicio algo muy relacionado con esto, o quizá mejor dicho la base de este proceso, la educación, pero si quiero reseñar que dando las cosas que nos dicen por ciertas sin más, sin someterlas a una estricta reflexión, esta educación se devalúa convirtiéndose en un adoctrinamiento inconsciente pero que igualmente nos posiciona frente tanto de los demás como de diferentes aspectos de la realidad que vivimos, ya sea este político, religioso o visceral.
Y en mi opinión todo ello nos lleva a esos juicios previos que hacemos de algo o de alguien, desarrollando en nosotros los prejuicios, que por lo general erradican la curiosidad en nosotros por conocer esas personas o cosas que por el aprendizaje que hemos tenido rechazamos sin querer experimentar una relación directa con ellos o ello.
Si hiciéramos el pequeño experimento de reunir a unos cuantos niños de guardería venidos de diferentes razas humanas y posiciones sociales y culturales, veremos como a esa temprana edad no van a cuestionarse nada de esas particularidades de cada uno, y se pondrán a jugar, salvo las excepciones en donde ya hayan experimentado ese adoctrinamiento inconsciente del que hablaba. Que en sus edades creo que raramente pasa.
Sin embargo, si los volvemos a reunir años mas tarde veremos como han hecho mellas sus ambientes y como influyen esos condicionamientos a los que se han visto sometidos.
A todo esto, ya que la vida tanto para bien como para mal es un suma y sigue, tenemos que adicionar la televisión, un instrumento con un inmenso poder de manipulación, un lobotomizador que nosotros mismos compramos en la tienda o el centro comercial mas cercano de nuestra casa y que de no tener cuidado con el, y tener muy presente que prácticamente todo de lo que sale de ella es ficción, nos puede llevar ya no solo a no cuestionarnos las cosas, también a dejar de pensar y de usar ese, en mi opinión, músculo que llamamos cerebro y a dejar de ejercitarlo mediante el pensamiento hasta atrofiarlo y por ende, atrofiarnos.
No pretendo demonizar la televisión, aunque parezca lo contrario. Pero si advertir sobre ella. Porque no es ninguna tontería o un juicio arbitrario mio. Las noticias nos hacen ver un mundo funesto, malvado, lleno de horrores y de fútbol  Pero la realidad es que todo eso, no es mas que una parte del mundo que nos circunda. O nos hacen creer que todos los musulmanes son extremistas radicales cuando la verdad es que no superan ni el 0.01%
La gran mentira a la que nos vemos sometidos, bien sea por ese adoctrinamiento inconsciente del que hablaba o por la manipulación de la caja tonta, es que de alguna manera nos hace generalizar sobre cualquier asunto. Y si cada persona es un universo en si misma junto con el ambiente que le rodea ya que no estamos separados de el sino que vivimos con el, deberíamos observar cada caso individualmente en cada colectivo. Habrá árabes malos y buenos blancos malos y buenos, católicos, budistas, hinduistas, gitanos y así un largo etc. buenos y malos. Pero claro desde pequeñitos sobre todo esto ya nos posicionan. Y la televisión termina de moldearnos, de tal manera que los seres humanos hemos terminado divididos entre nosotros y separados de la madre naturaleza, Gaia, la tierra que nos sostiene.
Pero si todo esto es así  ¿como reconocer las verdades de las medias verdades, las verdades de las mentiras, lo correcto de lo incorrecto, lo moral de lo inmoral, el bien del mal? ¿Cuáles son los parámetros para descubrir de los pensamientos que tenemos cuales son nuestros y cuales no? Bien, para mi solo hay uno para responder estas cuestiones. Un filtro que cada vez, presuntamente por todo lo que he expuesto aquí, utilizamos menos; el respeto a la dignidad de la VIDA.
Algunos pensaran que esto es puro idealismo, y otros, pura estupidez. Y creo que deberíamos empezar a mirarlo como puro pragmatismo. Porque cuando empecemos a sopesar todo lo que nos acontece desde el punto de mira del respeto a la vida, algo que en este planeta es despreciado, cuando es un fenómeno inherente en el universo que quizá no hemos terminado de asimilar y comprender,  todos nuestros quehaceres, pensamientos, cotidianidades  nuestras relaciones con los demás etc, cambiarán completamente. Al final hemos realizado diferentes revoluciones que solo nos han llevado a generar un mundo peor, a pesar de que todavía quedan muchísimas cosas maravillosas por supuesto. Y tan solo nos queda por hacer una; la revolución humana, intrínseca en la autocrítica y autoreflexión, haciéndonos capaces de mirar mas allá de solo lo que hacen los demás. Y al final por mas vueltas y revueltas que demos, si no queremos que nuestra civilización se destruya, tendremos que hacerla, cada uno, la suya. Y en esta peculiar revolución, no hay cabida para señalar con el dedo a los culpables, sino de mirar nuestra propia responsabilidad, pues nos guste o no, lo entendamos o no, creamos en ello o no, todo, absolutamente todo en el universo, en este planeta, en este país, en esta ciudad, esta interconectado. Así que, reflexionemos todos, yo me pongo el primero, de donde vienen las ideas, los pensamientos y los sentimientos que tenemos. Quizá nos llevemos una sorpresa. y conseguiremos ser mas genuinos. el yo soy así y punto, debe ya pasar de moda por que a lo mejor resulta que no eres tan así

sábado, 2 de marzo de 2013

¿Que necesitas para vivir?

Todos necesitamos vestirnos, comer, comunicarnos, salir a tomar algo para descongestionarnos de la rutina laboral o estudiantil, ir al cine, o a cenar... y así infinidad de cosas. Pero de todas estas necesidades, debemos aprender a discernir cuales son verdaderas necesidades y cuales no. Porque se nos ha educado(por no decir programado) para basar nuestra vida en el consumo convulsivo, para competir por tener mas que los demás  hacer los mejores viajes, tener la mejor tele, el mejor ordenador, el ultimo móvil que ha salido al mercado, tener el armario mas grande de ropa.Ademas a todo esto, hay que añadir el hacerlo creándonos una deuda perpetua que nos insta a tener que trabajar mas. Este camino por el que algunos nos dirigen y que la mayoría acepta como "lo normal" es una andadura que nos ha traído a lo que estamos viviendo en la actualidad. Muchos hogares se derrumban al encontrarse con la verdadera realidad, que son pobres y ademas esclavizados de por vida por la deuda.
A veces me siento un hipócrita  pues soy un ser humano sensible a las injusticias que padecemos y que me esfuerzo en poder cambiar a través de lo que considero la transformación esencial para mejorar la vida del planeta, el intentar ser mejor yo mismo dentro de mi familia, mis círculos de amigos, de compañeros de trabajo, incluso con las personas con las que me cruzo por la calle, pues si cada uno de nosotros se esforzara en hacer ese pequeño cambio a mejor con el mundo que le rodea, probablemente ese mundo seria algo mejor. Pero como decía me siento muchas veces un hipócrita  porque he comprendido que la sociedad del consumo que nos es impuesta y aceptamos sin cuestionarla crea graves tormentos y diferencias, porque para que unos vivan bien, otros viven fatal. Sin contar claro esta, el desgaste de nuestra casa, la Tierra.
Para yo poder tener un mejor móvil  hay personas esclavizadas en algún lugar que los fabrican casi gratis. Para yo echar gasolina, otros tienen que sufrir la guerra de los países que quieren hacerse con los recursos energéticos que poseen sus países para que esos invasores sigan manteniendo su hegemonía en el mundo. Lo mismo pasa con la ropa, la comida etc. Y mi consumo, también contribuye a eso. Pensando en esta cuestión  si observamos todas las características de la sociedad del consumo(capitalismo) podremos ver con nitidez la relación causa efecto que existe en todo lo que sucede.
Pero si reflexionamos sobre ello, solo podríamos considerar una solución posible; no hacer nada, ni comprar, ni salir, ni coger el automóvil...  tan sólo meter los pies en un tiesto y rezar por convertirnos en plantas.
Pero esto es imposible, por lo menos de momento. Por eso creo que debemos empezar a cuestionar de todas esas cosas que queremos hacer o comprar, cuales son necesidades básicas para sustentar nuestra vida y hacernos felices, y cuales son preprogramadas en nuestro cerebro y que contribuyen, aún de manera inconsciente a empeorar la vida de otras personas. Porque entre otras cosas, uno mismo puede terminar siendo esa persona esclavizada. De hecho ya lo somos aunque no nos demos cuenta.Y de toda esta pequeña reflexión  solo encuentro una conclusión;  el materialismo no nos hace felices. El poseer cosas, puede contribuir a nuestra felicidad, pero jamas será el eje central de la misma
Por eso creo indispensable que cada uno de nosotros empiece a ponderar cuando quiera comprar vestimenta, cambiar de móvil,  de coche etc...si realmente lo necesita. O si quizá puede reparar lo que tiene y no contribuir de manera letal con este sistema consumista, pues la Tierra es un planeta que no es de nuestra propiedad como piensan algunos, sino que tenemos que dejar a nuestros hijos y nietos.
La televisión ha sido una gran herramienta de manipulación en este sentido. A través de ella, nos venden el ideal de vida mediante nuestros personajes favoritos, haciéndonos sentir la profunda necesidad de ser como ellos, identificarnos con ellos, cuando muchas de sus vidas personales, por mucha sonrisa televisiva, son auténticos infiernos, incluso peor que el que uno mismo puede estar viviendo. Otros personajes son los responsables de consolarnos viendo que sus vidas son algo peores. Y todos ellos nos hacen olvidar de alguna manera la dignidad de nuestra propia vida como seres humanos, instándonos al materialismo para recuperarla. Y nada mas lejos de la verdad, como podemos observar.
Uno tampoco es peor persona por llevar una camisa remendada, o por tener un coche de hace 15 años. Y solo podremos cambiar el modelo de sociedad que nos han impuesto unos pocos cuando nos demos cuenta de ello y dejemos de consumir desaforadamente.
Una mujer tampoco es peor por tener menos tetas, ni un hombre por tener mas pequeño el pito. Uno no es peor por no llevar el pelo a la moda, por no vestirse a la moda. Debemos dicho sea de paso, terminar con estos estereotipos que solo nos llevan a olvidarnos de ser nosotros mismos y lanzarnos al consumo para paliar  nuestros sufrimientos.
Consumir esta claro que hay que consumir, pero fijémonos ahí donde donde venimos, el mundo animal. Un león no caza indiscriminadamente, Caza lo que necesita para comer. Y nosotros si queremos ser mas felices debemos hacer lo mismo dentro de nuestra sociedad. Estoy convencido de que así podremos quitarnos las preocupaciones por lo que no tenemos o no podemos comprar y de esa manera ser un poco mas felices. Y sobre todo de esa manera, no dejar que la televisión, la publicidad o el que dirán  condicionen nuestras vidas. Saludos