Estamos sometidos a una dictadura de los mercados camuflada de democracia, esa es la conclusión a la que he podido llegar durante mucho tiempo, y cada día que pasa, se hace más patente mi certeza en dicha afirmación. No obstante parece existir un oscuro propósito de implantar un gobierno mundial tal y como Adolf Hitler lo intentó en su día. Hitler utilizó los medios de comunicación para controlar a las masas y manipular las reacciones de la ciudadanía en pro de conseguir su objetivo. Después de los juicios de Nuremberg, varios de los generales y oficiales que estuvieron al servicio del tercer reich fueron dirigidos a las agencias de investigación de los Estados Unidos. ¿Es posible que "el gran dictador" hubiese sido únicamente una marioneta controlada bajo un poder en la sombra que estudia las reacciones de los individuos a lo largo de la historia?, ¿un poder tan macabro que ansía el control total sobre la población para someterla a un estado de sumisión total?, ¿sería posible en tal extremo que los poderes financieros estuviesen bajo el control de ese poder en la sombra?.
La manipulación mediática se ha convertido en una herramienta de dominación de la población mundial. A través de la publicidad se crean dependencias que favorecen el consumo. La información tergiversada y selectiva induce un razonamiento dogmático sobre los individuos que le incitan a mantenerse en un estado de ignorancia y conformismo, aturdidos por el miedo a ser marginados si no participan del sistema.
Más que explicar nada al respecto de la manipulación mediática, dejo a los lectores y lectoras un excelente documental que, como poco, dará mucho que pensar a aquellas conciencias despiertas o en periodo de despertar.
ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN:
1. La estrategia de la distracción.
El
elemento primordial del control social es la estrategia de la
distracción, que consiste en desviar la atención del público de los
problemas importantes y de los cambios decididos por las elites
políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de
continuas distracciones y de informaciones insignificantes.
2. Crear problemas, después ofrecer soluciones.
Este
método también es llamado "problema-reacción-solución". Se crea un
problema, una "situación" prevista para causar cierta reacción en el
público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea
hacer aceptar.
3. La estrategia de la gradualidad.
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos.
4. La estrategia de diferir.
Otra
manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla
como "dolorosa y necesaria", obteniendo la aceptación pública, en el
momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio
futuro que un sacrificio inmediato.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
La
mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso,
argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas
veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura
de poca edad o un deficiente mental.
6. Utilizar el aspecto emocional más que la reflexión.
Hacer
uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto
circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los
individuos.
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer
que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos
utilizados para su control y su esclavitud. "La calidad de la educación
dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre
posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las
clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca
imposibles de alcanzar para las clases inferiores" (ver 'Armas
silenciosas para guerras tranquilas').
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover
al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e
inculto, malhablado, admirador de gentes sin talento alguno, a
despreciar lo intelectual, exagerar el valor del culto al cuerpo y el
desprecio por el espíritu...
9. Reforzar la autoculpabilidad.
Hacer
creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia
desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus
capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el
sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que
genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su
acción. ¡Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En
el transcurso de los últimos 50 años,los avances acelerados de la
ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del
público y aquellos poseídas y utilizados por las élites dominantes.
Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el
"sistema" ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano,
tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido
conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto
significa que, en la mayor parte los casos, el sistema ejerce un
control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los
individuos sobre sí mismos.
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