Desesperado por el hambre
el vulgo no tiene miedo,
no le pesará verter sangre
de su estúpido gobierno.
Se oyen tambores de guerra,
son las tripas de la plebe;
bramando y rugiendo se acerca
ya al poderoso no teme.
Un pueblo exasperado
nada tiene que perder;
unido y organizado
nadie podrá con él.
Terminó el tiempo de espera,
mucho hemos soportado.
En la calle una tormenta
el injusto ha convocado.
Temblará toda la tierra,
no habrá paz para el malvado,
pues no hay nada que detenga
al gentío cabreado.
No quiero incitar la violencia
con estos versos, que comparto;
solo animar la revuelta
ya que estoy bastante harto.
Cuando leas estas letras
acuérdate ciudadano;
No hay que dar ya mas tregua
a este sistema tirano.
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