Porque yo, amo la vida
y también a las personas
quiero una justa justicia
ahora llena de sombras.
El mundo está en decadencia,
nos creemos impotentes
obviando la inmensa fuerza
que en los corazones duerme.
Hambre, enfermedad y guerra
no son males, son consecuencias
que avanzan, en la Tierra,
por nuestra gran indiferencia.
Hay que volver al amor
para esto poder cambiar,
llenarnos de compasión,
empatía y solidaridad.
Emprendamos la revolución
que nos falta por probar
la de instalar en nuestro interior
un humanismo radical.
Olvidar por fin la violencia
el odio, y su justificación
a ningún sitio nos llevan,
simientes de destrucción.
Elijamos ya la paz
como punto de partida
para un nuevo caminar
en el ciclo de la vida.
Reneguemos del temor,
rechacemos desconfiar
burda manipulación
de quien quiere esclavizar.
¡Despertemos de una vez!
que el tiempo se esta acabando
juntos a la de tres
volvamos a ser humanos.
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